A ver si llego a tiempo y este jueves sí publico en Rums España. ¡Olé! Parece que sí lo he conseguido.
Este jersey me lo hice hace ya un par de años. Tiene varios defectos como que la tela del brazo, como no me llegaba cortarla al hilo, la corté en sentido contrario y claro, ¡me va muy justa en los brazos!
Llega la primavera, el buen tiempo. Se nota en la cara de la gente, la luz del sol se choca con nuestras caras, a veces ya nos deslumbra con sus rayos y provoca que tengamos que entrecerrar los ojos. Parece que ya no nos importa que el invierno se haya retrasado un poco porque las temperaturas más templadas, más suaves, más llevaderas… parece que ya están aquí.
A mi me gusta la lluvia, pero me gusta el sol. Me encanta cuando llueve, y me maravilla nuestro sol mediterráneo. Por eso el arcoiris me enamora, su magia, la ilusión de la mirada, buscando ese arcoiris cuando la situación lo permite . Los arcoiris más espectaculares que he visto en mi vida fueron enEcuador, donde tanto conecté con la Madre Tierra gracias a la ausencia de actividades de entretenimiento. La Naturaleza estaba siempre allí, presente, palpable.
Camino de las lagunas de Ozogoche, provincia de Riobamba, Ecuador
Me gusta imaginar que un día pueda llover de colores, para niños y niñas y madres que como yo, disfrutan de los charcos, sería un festival inolvidable.
Camino de las lagunas de Ozogoche, provincia de Riobamba, Ecuador
Estos días me he senitdo rara. Las vacaciones en los Pirineos han sido espectaculares si eludimos una súper explosión emocional que presenció toooda mi familia. El próximo 11 de abril Javi vuelve al trabajo tras un largo, larguísimo permiso que le está permitiendo estar con nosotras hasta que Aran cumpla 4 meses y medio. ¡Parecemos escandinavas en esta familia, OYE! Estamos disfrutando muchísimo. Él, llevando a Abril al cole, despertándonos juntas y desayunando todas (o por turnos), elaborando pan, jugando juntas muchas más horas de lo normal, paseando en bici con las niñas, mirándonos con complicidad (porque a penas hablamos de nosotras pero con las niñas sí, jejeje). También ha habido momentos duros, en los que tanta compañía, tanto compartir, hace que los roces aparezcan, sobre todo entre Javi y yo que siempre hemos fluido tan bien. Hemos discutido, hemos llorado, nos hemos enfadado, pero hemos aprendido y crecido mucho juntas viviendo el día a día a full, como siempre intentamos hacer.
Cuando Javi vuelva al trabajo, quiero tener en mi mente, en mi mirada, esa lluvia de colores siempre que se me ponga el mundo gris en una situación cotidiana. A diario me pasa, un instante que no me esperaba que ocurriera así y ¡zas! me vengo un poco abajo. Bendita lluvia de colores, acompáñame cuando Javi vuelva al trabajo.
Edith
Eva
Klor
Padawan Costuril